Ahora tocaba saber quien de los dos, o Pablo o Teresa, era el que había venido al mundo. Yo toda la vida siempre había pensado que mi primer hijo sería un varón, y según se acercaba el momento esperaba sentir esa sensación clara que sintió mi hermana de quien era. No fue en un momento concreto, pero sí es verdad, que si alguien me preguntaba yo le decía que mi total sensación, era que era un niño. Con sólo 12 semanas de vida, al verle en ecobaby la espaldita perfectamente, supimos que era un
varón!!!!. Esa espalda no podía ser de una niña. Tan fuerte y musculosa!! Jajajaja. Es verdad, no es amor de madre. Y cuando a las 14 se
manas volví a hacerme una eco, ya lo vimos sin ninguna duda…. ¡¡¡El primero en llegar ha sido Pablo!!!.
Lo que se armó en la sala fue como cuando la Selección metió el gol en el partido final del mundial. Fue increíble el
momento de descubrir que era Pablo
el que estaba ya en mi barriguita. Es especial saber que es él porque cuando le hablo le llamo por su nombre. Ahora tengo unas ganas de sentir como se mueve… Siempre quiere una más. Yo desde luego no puedo más que dar gracias a Dios, por este regalo tan increíble, que espero merecer algún día.