Uno de los síntomas más comunes del embarazo es un cansancio intenso y aparentemente inexplicable que, frecuentemente, es acompañado de sueño excesivo. La gestante en los primeros meses de embarazo se cansa por todo y por nada y la cama parece siempre ser el lugar donde se siente mejor.
Incluso las mujeres que históricamente siempre han dormido poco, o que eran llenas de energía, capaces de acumular múltiples tareas profesionales y deportivas, terminan derrumbadas por el cansancio y por el sueño en el embarazo. A veces ni un capítulo entero de una telenovela consiguen ver sin quedarse dormidas.
Para algunas mujeres la palabra cansancio puede sonar como un eufemismo, porque lo que realmente sienten es mucho más que cansancio, es una sensación de agotamiento.
El cansancio y el sueño excesivo se presentan en el primer trimestre, no teniendo, en un primer momento, nada que ver con el peso del feto o el tamaño del vientre.
El cansancio y el sueño se originan en los cambios hormonales y fisiológicos que el cuerpo de la mujer comienza a sufrir en las primeras semanas de embarazo. Entre las diversas hormonas que se cambian durante el embarazo, la progesterona es la que más se destaca. Durante el embarazo, los niveles de esta hormona sufren un aumento en más del 500%. La progesterona es esencial para el mantenimiento del embarazo y para el desarrollo del feto; no obstante, causa muchos efectos secundarios, siendo la sensación de cansancio extremo y sueño excesivo uno de los principales.La mujer embarazada en las primeras semanas, además de desarrollar el feto, necesita generar la placenta que irá nutrir el bebé durante el embarazo. Este proceso exige mucho gasto de energía, haciendo que el cuerpo de la mujer priorice el desarrollo del embarazo en detrimento de sus actividades diarias.La mujer embarazada, por lo tanto, ya respira de forma más rápida que de costumbre y utiliza parte del oxígeno inspirado para el desarrollo del feto y de la placenta. Siendo así, cualquier actividad física que demande un aumento mayor del consumo de oxígeno tiende a ser intolerable, principalmente por las mujeres que eran sedentarias antes del embarazo y tienen una capacidad cardiopulmonar por debajo de la deseada.