La paternidad es el mejor camino para obtener la felicidad.
La paternidad como fuente de felicidad
Pese a los problemas y preocupaciones, tener hijos aumenta la felicidad, especialmente en los hombres. La paternidad llena la vida del padre de emociones positivas debido al aumento de las responsabilidades, de la generosidad y del enriquecimiento personal que proporciona la resolución de los posibles problemas.
Se tiende más a hablar del papel de la madre que del padre en la educación y cuidado de los hijos, pese a que la función paterna no solo es importante sino también imprescindible en la estructuración y desarrollo psíquico de los niños, así como para el desarrollo de su autonomía y su crecimiento como personas.También es cierto que los cambios de las últimas épocas han ido transformando los papeles del hombre y la mujer, lo que ha permitido que los padres estén cada vez más comprometidos en la crianza de los hijos.
Compartir las ilusiones y los contratiempos de la gestación es una primera forma de acercarse a la función paterna; también es un modo de que la la madre vea al padre involucrado, informado y preparado para hacerse cargo de la criatura en igualdad de condiciones que ella.
Dejar que el padre participe en tareas prácticas, como el cambio de pañales, los baños, la alimentación… ayuda al bebé a sentir que no tiene un vínculo exclusivo con la madre y que su padre también forma parte de la estructura familiar. Los padres suelen acompañar a sus hijos en juegos de índole más física y de exploración en general, y no tienden a ser tan sobreprotectores, lo que ayuda a los niños a ganar seguridad y confianza.